LA FIRMA

Maricarmen Diaz

“Solo palabras de agradecimiento, admiración y orgullo denotan en mi interior al expresar la profunda alegría que siento en mi interior al confesar que tuve la fortuna de mi Dios de haberlo puesto en mi camino cuando las esperanzas de encontrar un abogado recto y comprometido con mi causa pudiera en algún momento tener un final feliz, como efectivamente ocurrió por su profesionalismo y su tarea incansable de demostrar mi inocencia fue el único objetivo.

No fue nada fácil para esta mujer quien apenas contaba con 26 años, abogada, servidora pública, de una institución quien más adelante se encargaría de acusarme por más de dos delitos con sus respectivos agravantes “La Fiscalía General de la Nación”, quien jamás me dio la mano, ni creyó en mi inocencia, sino que por el contrario decidieron hacerme el camino imposible para hacer caer sobre mi todo el peso de la ley.

Luego de que se iniciara un proceso penal en mi contra sin saber el porqué de tal situación, sin entender porque me habían involucrado en delitos tan reprochables, que era la única investigada en el caso, que nadie más que yo debía responder a los cargos que se me imputaron en aquella audiencia de imputación el pasado mes de octubre de 2010, mi imagen por el suelo en la prensa y televisión y sin saber que me esperaba, el Doctor Alejandro de Castro creyó en mi inocencia y sin dudarlo se dedicó a mí caso de la manera más organizada, con sus conocimientos y experiencia en Sistema Oral Acusatorio como ningún otro abogado que yo conociera antes tan experto en el tema, no solo logro desvirtuar uno a uno los testigos que presento la fiscalía, sino que demostró que Maricarmen Díaz Palomino, no participio en los hechos que se me acusaban y que no había una sola prueba que demostrara lo contrario.
Logro mi absolución el pasado mes de julio de 2013, asimismo la confirmación de Segunda Instancia para finalmente dar por terminado un caso, que no solo marginó a mi familia, a mi persona sino que dejo una huella imborrable en un ser humano de las injusticias que nos vemos sometidos todos los días en este país.

Hoy día ya no estoy vinculada a la Fiscalía decidí renunciar, para darme la oportunidad de otros escenarios laborales, agradecida por todo una vida con quien se convirtiera en el defensor por mi libertad, solo puedo desearle bendiciones de Dios y que siempre mantenga ese espíritu de amor por su trabajo y que no falte en su entendimiento la sabiduría que solo viene del Todopoderoso.”